Alfredo Esteban Alarcón Bravo/ 225164096
Fue un momento histórico: después de que 65 hombres ocuparan la presidencia, por primera vez en la historia de nuestro país una mujer se ha convertido en la actual presidenta de México. Esto representa un hito para toda la nación y marca un antes y un después en nombre de todas las mujeres. Sin embargo, soy consciente de que, para muchas, la persona elegida no las representa plenamente. No obstante, este hecho abre la puerta para que muchas más mujeres busquen y tengan la posibilidad de alcanzar puestos más altos, con la oportunidad de hacerlo incluso mejor.
Cuando el expresidente llegó al Congreso y saludó a sus simpatizantes, no me gustó la manera en que lo hacía con las mujeres, ya que a todas les plantaba un beso en la mejilla de una forma muy invasiva. A mi parecer, esto no es correcto, y debería reservarse de ese tipo de actos en público. Debe guardar la compostura, sobre todo considerando el puesto que ocupaba.
Se le comparó con Lázaro Cárdenas, y Claudia incluso lo nombró «el mejor presidente de la historia de México». En mi opinión, ese tipo de elogios estaban de más, ya que la atención debía centrarse en la presidenta actual y en las mujeres, no en alguien que, definitivamente, no es el mejor presidente de la historia de México, teniendo en cuenta que en su sexenio hubo un incremento en homicidios.
En general, nos causo conflicto a mi novia y a mi, su discurso, ya que estaba lleno de falacias, como cuando se autoproclama, junto con su partido, como auténticos demócratas, afirmando que nunca reprimirán al pueblo y que aceptarán las críticas si alguien, durante el periodo de la presidencia, considera que no están actuando correctamente. Además, mencionó que a todas y todos nos ha ido mejor, que seguirá aumentando el salario mínimo, que habrá soluciones pacíficas ante las controversias, entre muchas otras cosas. Me parece una gran ofensa que intenten engañar al pueblo de México con afirmaciones que buscan embellecer una realidad que no corresponde a sus acciones.
Por último, me gustaría retomar una frase que Claudia Sheinbaum citó de Josefa Ortiz de Domínguez: “No se debe premiar a quien sirve a la patria, sino castigar a quien se aprovecha de ella.” Cuando lo mencionó, me pareció sumamente irónico, utilizado solo para agradar a quienes la apoyan. “Con el tiempo verán que la reforma judicial es lo mejor», dijo. Yo diría: con el tiempo verán que se equivocaron de presidenta, y quién sabe, si sea demasiado tarde para reaccionar.